Hábitos para impulsar la productividad: El camino de la escritura de Julia Cameron
El libro de Julia Cameron El camino de la escritura. Herramientas creativas para el arte de escribir se centra en hábitos y consejos para que el escritor adquiera unas rutinas y supere bloqueos creativos. No es un manual de escritura creativa, ya que no habla de técnicas, pero sí que da consejos útiles para que el autor avance día a día en su obra literaria. Este título viene avalado por una obra anterior denominada El camino del artista, el cual no se enfoca tanto en el escritor, sino en el creador en general.
Aunque el libro se divide en seis semanas que van desde encender la mecha de la idea hasta una sexta semana de celebración de logros, para esta entrada y para el podcast La factoría de historias prefiero agrupar las distintas herramientas que recoge el libro, ya que en las semanas centrales hay momentos en los que repite ideas u opta por las digresiones, algo característico en un ensayo. Eso sí, el mensaje es claro: escribir es una disciplina diaria que ayuda a ordenar ideas y aporta alegría.
Vamos con las herramientas y consejos sobre hábitos de escritura:
1. Páginas matutinas
Una rutina que te ayudará como escritor es levantarte media hora antes, servirte una taza de café y ponerte a escribir lo primero que se te venga a la mente. Puede ser desde describir el escenario en el que te encuentras, las cosas que tienes que hacer en el día, tus pensamientos, preocupaciones, anhelos o esperanzas. La autora escribe a mano tres páginas matutinas de tamaño carta e indica que no importa aquí si expresamos lo oscuro de nuestra vida, ya que servirá para abrirse a esos sentimientos negativos y a que queden sobre el papel. El objetivo de estas páginas matutinas es adquirir hábito de escritura, ordenar nuestra mente y tomar una actitud positiva, lo que Julia Cameron llama el flujo de conciencia. La filosofía es empezar a escribir sin que importe el qué y hacerlo mostrando tu verdadero tú. Estas páginas matutinas establecen las prioridades de tu jornada y te harán conectar con los muchos detalles de la vida cotidiana que sirven para inspirarte y crecer. Aunque se puede expresar lo negativo, también es importante que expreses afirmaciones positivas para soltar la negatividad enquistada.
2. Paseos conscientes
Otra de las acciones que propone el libro, a ser posible por la mañana, es la de dar un paseo a pie, ya que la inspiración llega al cuerpo en movimiento. De hecho, menciona a otros escritores que comparten esta idea como Emma Lively, que mientras camina, sueña despierta y siente corazonadas. Es importante que sea un paseo consciente, es decir, fijándote en el entorno y familiarizándose con él.
3. Citas con el artista.
El tercer gran pilar para adquirir el flujo de conciencia es la cita con el artista. Cada cierto tiempo, algo así como una vez a la semana o cada quince días, es necesario hacer algo divertido, que te apetezca, que te motive y te guste mucho. Esta "cita con el artista" puede ser desde visitar tu paisaje favorito, ir al cine o al teatro o quedar con tus mejores amigos para cenar, pero debe ser algo que te llene de energía positiva haciéndote desconectar durante ese rato.
4. La cuota diaria
Las anteriores actividades nos llevarán hacia la cuota diaria de escritura. Se trata de la sesión de escritura de tu proyecto. Para Julia Cameron debe ser todos los días para sentir la emoción del logro y poder enorgullecerte de tus progresos. Debes intentar ponerte un objetivo alcanzable, en su caso son de dos a tres páginas diarias. A partir de ese número medio de escritura diaria, hay que fijarse una fecha límite para terminar el proyecto. Debe ser un objetivo alcanzable dividiendo el número total de páginas previstas entre la cuota diaria dando algún día de margen, ya que Julia Cameron también indica que es importante tomar jornadas de descanso. De hecho, hay momentos en los que uno no da más de sí y es mejor descansar que ir contra viento y marea, ya que en la pausa vienen las palabras.
5. Rincones y horarios para escribir
Es importante relacionar el lugar con lo que escribes. Julia Cameron cuenta que en su casa tiene cuatro lugares para escribir y cada uno le sirve para escribir sobre un género o con un propósito. Dice que eso le mantiene a raya ante el aburrimiento. Si escribes poesía y novela, puedes dedicar un espacio para cada género o, un lugar para descripciones y otro para diálogos. En cuanto a los horarios, cada escribir debe elegir los suyos en función de sus ocupaciones. Es cuestión de que los adaptes a tus preferencias, pero sí hay una clave: la constancia. Julia Cameron propone que se marquen periodos de 20 minutos que, una vez que se coge el ritmo, se amplían. Para ella es muy importante que durante esos minutos se escriba sin reescribir.
6. Comienza por dónde estás
Es posible que no tengas una idea para una historia sobre la que escribir o que no sepas cómo empezar. ¿Dónde te encuentras? ¿A quién tienes a tu alrededor? ¿Quién podría llegar? ¿Qué podría ocurrir en un caso extremo? Si no tienes otro inicio, puedes comenzar tu historia por el momento en el que estás, algo que hayas vivido o que te hayan contado.
7. Ir del punto A al punto B
Julia Cameron simplifica al máximo el proceso de planificación de la obra literaria. Ella plantea que hay que conocer el punto de partida (punto A) y establecer objetivos (punto B). Por ejemplo, si escribimos una historia romántica, el punto de partida sería el momento en el que los protagonistas se conocen y el primer punto B aquel en el que se besan. Por lo tanto, el proceso de escritura debe ir avanzando en unir el punto A y el punto B. De hecho, la autora sugiere que no nos preocupemos demasiado por los detalles, sino que dejemos fluir nuestra escritura con libertad para ir trazando el camino entre los dos puntos.
8. Poner el listón bajo
Uno de las principales causas del bloqueo al escribir es ser demasiado perfeccionista. Si revisamos y retocamos una y otra vez el texto, la labor se vuelve tediosa y es lo que provoca el bloqueo. La clave está en escribir con sencillez, en poner el listón bajo en la escritura inicial y, si es necesario, mejorar el texto en las posteriores revisiones. También es importante que tengas esto en cuenta para superar el muro que suele aparecer cuando llevas dos tercios del trabajo. Todos tenemos un crítico dentro que rechaza nuestro trabajo. No se puede callar totalmente, pero sí desarmarlo escribiendo y escribiendo. Una vez finalizado el primer borrador, habrá que dejar que el texto repose y volver a la carga. Para pulirlo, te puedes hacer las siguientes preguntas: ¿dice lo que quiere decir? ¿Quiere decir lo que dice? ¿Empieza donde debería? ¿Termina donde debería? ¿Me repito? Cuando el proceso finalice, lo sabrás, ya que te invadirá una sensación de calma y de constante satisfacción.
9. Afrontar el estado de ánimo
La escritura de una novela es larga y en ese periodo tendremos que afrontar distintos estados de ánimo. Es algo normal que hay que asumir y relativizar. Cuando tienes miedo o ansiedad, escribir sobre ello con humor te tranquilizará. Frente a las preocupaciones y el miedo, otro ejercicio útil es la escritura de una lista de temores. Están ahí, pero se pueden dejar a un lado porque tienes que ponerte a escribir y punto. Asimismo, recuerda que siempre lo mejor será tener los dramas en los argumentos de tu obra literaria y no en tu vida. Para ser un buen escritor no es necesario tener una vida llena de altibajos como algunos escritores de la historia.
10. Relación con uno mismo, con otros escritores y con lectores
El escritor no debe ser un ente aislado, ya que las relaciones sociales impulsan la creatividad. No obstante, toda relación con otras personas debe afrontarse con una actitud constructiva. Es bueno tener camaradería entre escritores, compartir textos y opinar y recibir opiniones para mejorar. En la misma línea, la conexión con los lectores tanto en eventos como en redes sociales o por correo electrónico también es una fuente de motivación. Julia Cameron también incide en tener una buena relación contigo mismo, pedirte orientación y meditar la forma de actuar y continuar frente a los problemas.
Un consejo final
Como consejo final y extra, no te olvides de disfrutar al escribir, ya sea con el mero hecho de estar escribiendo o porque te apasiona el tema sobre el que estás escribiendo.