¿De dónde surgen las historias? Inspiración para escribir

08.11.2022

¿Cómo han surgido las grandes ideas de la literatura? Repasamos métodos de escritores y aportamos algunas ideas para prender la chispa adecuada que te haga fluir al teclado.

La inspiración está sobrevalorada. O quizá sea que tenemos una idea equivocada de lo que significa la palabra inspiración. La inspiración hace referencia al momento en el que nace la idea. Entonces... ¿la inspiración nace o se hace? Pues depende. O mejor: me dejaré la respuesta para el final.

A la hora de escribir existe un componente, la idea, que debe llegar para poder desarrollarla. Yo tengo facilidad con las ideas, pero por mi experiencia como profesor, sé que no todas las personas son así, aunque es posible forzar a la mente para atraer esas ideas. Fue músico, pero Tchaikovsky dijo que la inspiración es un huésped que no visita de buena gana al perezoso. En otras palabras, mientras más trabajo, más ideas tengo.

Uno de los principales problemas que tienen mis alumnos es que les cuesta arrancar en la escritura creativa por la falta de ideas. No obstante, tocando las teclas oportunas e iniciando algunos procedimientos, las ideas terminan surgiendo. Hay parte de inspiración espontánea, pero hay una mayor parte de método.

Ideas para escribir: el ejemplo de Dickens

Para esto de la inspiración, uno de mis ejemplos es Charles Dickens. Sufría de insomnio y aprovechaba sus horas nocturnas para salir a la calle a buscar inspiración. Podía llegar a caminar hasta 30 kilómetros en una noche por las calles de Londres. Transitó por las zonas ricas, pero sobre todo, por los barrios humildes, insertándose en las calles más recónditas, visitando hospitales y acercándose a las vidas más tristes. En aquellas rutas se empapó de una verdad que él transformó en literatura. La inspiración le llegó caminando.

Podemos decir casi que cada autor tiene su fórmula para conseguir ideas y desarrollarlas. Veamos algunas estrategias para que surjan historias, es decir, para plantar esa semilla inicial que crecerá con el trabajo duro de la escritura.

La inspiración de escritores famosos

Cada escritor tiene un proceso para que la escritura fluya. Repasaré algunas de las que conocemos de escritores famosos de todos los tiempos.

Stephen King ha confesado alguna vez que en sus primeras obras recurrió a las drogas. Sin embargo, aquello dejó paso a otras fórmulas basadas en mirar hacia la sociedad, la cultura y las personas que lo rodean.

El escritor estadounidense Daniel Handler también se fija en las cosas cotidianas. Eso sí, las analiza para considerarlas de una manera diferente.

Por su parte, el también estadounidense Ray Bradbury apostaba por tener ocupada la mente y no hay nada mejor para ello que leer, lo que sirve como base para escribir. Él animaba a leer no solo de los géneros de los que vayas a escribir, sino textos de todo tipo, ya que enriquecerá la narrativa. Pero Bradbury no solo leía, solo hay que mirar la siguiente foto para comprobar que en su lugar de trabajo tenía otras muchas distracciones.

A Virgina Woolf le gustaba rodearse de amigos, especialmente de otros colegas escritores. Con ellos aprendía y encontraba el apoyo en los mejores momentos. Sin embargo, para escribir optaba por un lugar y un momento concreto, algo así como una rutina para desarrollar un trabajo constante, ya que para la autora británica era un factor clave de la productividad del escritor.

La inspiración también puede llegar a partir de hacerse preguntas. José Saramago se preguntó una vez: ¿Qué pasaría si la muerte se fuera de vacaciones?. Y de ahí surgió la novela La muerte en intervalos.

El tema de la constancia ha sido abordado por muchos escritores. JK Rowling no tiene duda de que es necesario escribir a diario para encontrarse con personajes, escenarios y temas. Es así como permanecen vivos en la cabeza del escritor todo el tiempo para dar paso a nuevas historias con ellos como partícipes. El realista francés Stendhal echó de menos no ser más constante y llegó el momento en el que se arrepintió de no haber escrito durante dos horas al día, con o sin inspiración: "habría aprovechado los diez años de mi vida que he pasado esperando la inspiración".

Escritores que se inspiraron en la cárcel

Y después está el caso de la cárcel. Numerosos escritores se han inspirado durante su paso por el penal. Así se dice de Cervantes, que podría haber concebido El Quijote en prisión. Hay algún especialista que indica que Cervantes parece haberse inspirado en las presiones psicológicas de la reclusión para escribir la primera novela moderna. Por su lado, a Dostoievski el paso por un campo de prisioneros parece que le dio paso a una conciencia de lo irracional que se ve plasmada en sus mejores novelas. Otros libros cuyos autores podrían haber gestado en la cárcel son El príncipe de Maquiavelo y De profundis de Oscar Wilde. Del que no hay duda es Cancionero y romancero de ausencias, poemario que Miguel Hernández no llegó a acabar al caer enfermo.

Manías de escritores

Y después están las manías de escritor. Hemingway tenía que escribir en papel cebolla, a lápiz y anotando exactamente cuántas palabras había escrito cada día.

Ortega y Gasset escribía en la mesa del salón comedor. Hasta que él no terminaba su jornada de escritura, nadie en su familia podía comer.

Goethe trabajaba de pie, ya que decía que sentado no salían buenas historias de su mente. Algo similar hace el español Fernando Aramburu, que también planifica sus novelas en una mesa alta. Son todo lo contrario a la estadounidense Maya Angelou que escribía acostada en la cama apoyando un codo.

Pero es que, además, cuando llegan las ideas, todavía queda mucho trabajo por hacer. No todas valen o no todas sirven tal y como se presentan. El autor y emprendedor James Altucher propone algo así como hacer sexo entre ideas. Habrá que elegir algunas y desechar otras, pero también se puede jugar a juntar varias para así generar una idea más potente.

¿Dónde están las historias?

Las historias pueden surgir por muchas vías. Lo que tengo claro es que será complicado que la inspiración nos llegue encerrados en nuestra cueva. Es decir, no debemos esperar al momento de ponernos a escribir. Cuando empiezas a redactar tu historia, la idea debe estar ya encima de la mesa. Para captar esa imaginación, voy a proponer algunas ideas:

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En clase hay que ir a acciones concretas. Por lo tanto, tengo algunas fórmulas que me sirven como anzuelo del que ir tirando hasta lograr que el alumnado se suelte para escribir una historia. Algunas propuestas pueden ser:

Entonces... ¿cómo era eso de la inspiración?

Y al final, a la pregunta sobre la inspiración de ¿la idea nace o se hace? La única respuesta que puedo dar es que ¡depende! Cada escritor te dará una respuesta diferente, pero creo que está claro que con un estímulo será mucho más fácil que la idea nazca. En todo caso, más vale que te pille equipado con papel y boli, así que espero que nunca te falten estos elementos o una aplicación de notas en tu móvil.

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